martes, 5 de diciembre de 2017

La producción del espacio

Selección de textos de Henri Lefebvre en el blog El Otro. Me detengo en esta consideración:
“La principal contradicción –digo bien que se trata de la principal contradicción, ya que hay cantidad de contradicciones secundarias– es la siguiente: de un lado está la capacidad de conocer, de tratar, de transformar el espacio a una escala inmensa, e incluso a escala planetaria; y por otro lado, el espacio se halla fragmentado, pulverizado por la propiedad privada, ya que cada fragmento del espacio tiene su propietario. Está pulverizado para ser comprado y vendido.”
Se trata una vez más de la contradicción que señalaba Marx en el prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política:
Al llegar a una fase determinada de desarrollo las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí.
Y que, aplicada a la producción científica, podría formularse así:
Cuando las fuerzas productivas (de conocimiento) chocan con las relaciones de producción (de capital), lo que parecía fomentar el desarrollo se convierte en su mayor freno.
Sobre la cuantificación en las publicaciones científicas ya publiqué en este blog un comentario al artículo Ciencia, publicaciones científicas y cienciometría. Las revistas científicas y su "hit parade" son el acelerador, pero también el freno, de la investigación. Y acelerar el vehículo con el freno de mano echado no es nada bueno.

No es de extrañar que surjan movimientos de rebeldía, tachados de piratería. Recordemos la imagen ambivalente del pirata y del bandolero. Ahora aparece esta noticia en El País:
La ley alcanza pero no derrota a la ‘Robin Hood de la ciencia’
Sci-Hub, la web pirata de artículos científicos, resiste las demandas sin precedentes de las editoriales.
Por no hablar de la industria farmacéutica y las patentes, etc.

La propiedad privada de los medios de producción (de todos los medios de producción de todo) es el principal problema (la raíz) a que se enfrentan nuestras sociedades, porque enfrenta al caracter social de los procesos las voluntades particulares de los propietarios.

Por eso publiqué esto hace tiempo:


La propiedad privada de tantas embarcaciones que inundan los puertos deportivos son un buen ejemplo de utilidad desviada. Para empezar, la inmensa mayoría apenas se mueve. ¿Qué haremos con esa flota cuando el empobrecimiento generalizado la convierta en objetos sin reconversión posible?


Henri Lefebvre

“La agricultura y la ciudad son realidades históricas anteriores al capitalismo, mientras que la producción del espacio es algo que nunca había existido en sociedades precapitalistas o sociedades no reguladas por la ley de valor de cambio”.

“En la economía política tradicional el movimiento era lo excepcional, era una perturbación de la estabilidad, ahora la estabilidad es simplemente un momento de los flujos. Hay flujos de energía, materias primas, flujos de productos acabados, flujos de mano de obra, flujo de capitales, sin contar pequeños flujos como los flujos de los automóviles. Es una nueva relación de la economía política al espacio que se forma. Un flujo tiene un origen, un recorrido y un terminal. Por ejemplo, un flujo de petróleo: un oleoducto, sale de Libia, atraviesa el Mediterráneo, pasa a una refinería dada y de allí acaba en la gasolinera.”

“El capitalismo ya no se apoya solamente sobre las empresas y el mercado, sino también sobre el espacio. Tenemos también el ocio. Con la industria del ocio el capitalismo se ha apropiado de los espacios que quedaban vacantes: el mar, la playa, la alta montaña. Ha creado una industria nueva, una de las más potentes: la industria del ocio.”

“Así pues: integración al capitalismo de la agricultura y también de la ciudad histórica y extensión al espacio entero, comprendida la montaña y el mar, a través de la industria del ocio. Es, pues, el espacio entero lo que se ha definido como algo dominante y dominado, lo que introduce un movimiento dialéctico muy nuevo: el espacio dominante y el espacio dominado.”

“…el conocimiento hoy implica una capacidad creciente de controlar el espacio –la informática permite concentrar en un solo punto, en un aparato, lo que concierne a inmensas extensiones–. La tecnología trata el espacio a gran escala. Es evidente que tomando el ejemplo de las autopistas se ve cómo la tecnología trata el espacio a escalas gigantescas…”

“Marx estudia el crecimiento en la parte de El Capital consagrada a la acumulación ampliada. Estudiando el crecimiento llegó a un problema nuevo que únicamente adivinó al final de su vida. Hay una producción ampliada de crecimiento. En el curso de este crecimiento se preguntaba, ¿cómo se reproducen las relaciones de producción? Este problema domina las ciencias sociales desde fines del siglo XIX, pero los sociólogos en conjunto lo han resuelto de una manera muy grosera; tanto Max Weber como Émile Durkheim afirman que las relaciones sociales perduran por «inercia». Cuando Durkheim dice que a las relaciones sociales hay que tratarlas como cosas, dice lo que quiere decir aunque no sepa que lo dice. Nos encontramos ante el problema de la reproducción de relaciones de producción. Marx lo presintió al fin de su vida. Lo sabemos ahora por un capitulo inédito de El Capital que fue publicado hace dos años. Se encontraba en los archivos del Partido Social Demócrata Alemán, en Amsterdam, donde hay todavía muchos inéditos de Marx a los cuales no ha habido acceso durante mucho tiempo; especialmente a toda la última parte de El Capital que está en forma de borrador poco legible; hacen falta todavía años para descifrar estos manuscritos. De este capitulo inédito de El Capital, resulta que Marx, al fin de su vida, adivinaba el problema fundamental: los hombres cambian, las generaciones pasan, hay relaciones sociales que cambian y otras que persisten. ¿Cuáles son las relaciones sociales que cambian y cuáles las que persisten? ¿Lo que persiste, por qué lo hace? Y este inédito Marx llega a conclusiones a las cuales habíamos llegado sin conocerlo; por ejemplo, que la presión del mercado mundial está destinada a jugar un papel enorme en la reproducción de las relaciones de producción. Mi hipótesis es la siguiente: Es el espacio y por el espacio donde se produce la reproducción de las relaciones de producción capitalista. El espacio deviene cada vez más un espacio instrumental.
La elaboración de todo esto es consecuencia de una clase social que yo conozco muy bien: los tecnócratas.”

“La principal contradicción –digo bien que se trata de la principal contradicción, ya que hay cantidad de contradicciones secundarias– es la siguiente: de un lado está la capacidad de conocer, de tratar, de transformar el espacio a una escala inmensa, e incluso a escala planetaria; y por otro lado, el espacio se halla fragmentado, pulverizado por la propiedad privada, ya que cada fragmento del espacio tiene su propietario. Está pulverizado para ser comprado y vendido.”

“Una nueva relación del cuerpo y de la sociedad con el espacio, en el seno de las formas antiguas aparecen o se esbozan nuevas formas, pero las formas antiguas se defienden, tienen muchos medios para defenderse, especialmente estos dos medios complementarios: el espacio instrumental y la violencia.
En esta perspectiva es un cierto aspecto del socialismo lo que se presenta al observador: el socialismo se define como gestión colectiva del espacio. Este socialismo, en mi opinión, está esbozándose y esto comienza ya por la gestión social colectiva de las escaseces; hay nuevas cosas escasas: el agua, la luz, el aire y el espacio, que comienza a escasear alrededor de los grandes centros urbanos. Esta escasez del espacio presenta problemas que emergen en la nueva disciplina que se ocupa del medio ambiente, como la polución por ejemplo; pero aquellos no son, de hecho, sino primeras aproximaciones a los auténticos problemas del espacio. Creo que hay un socialismo algo diferente de las concepciones usuales del socialismo actual. Este se define hoy todavía como una gestión colectiva de la producción en el espacio, de la producción en el sentido clásico y habitual del término; yo creo que hay un cambio cualitativo en la noción misma del socialismo, al igual que hay un cambio cualitativo que modifica los problemas del conocimiento económico cuantitativo. Se ha creído, hasta una fecha muy reciente, que el crecimiento cuantitativo respondía y daba solución a todos los problemas. Ahora se empiezan a dar cuenta de que el crecimiento indefinido es imposible y que hay una modificación cualitativa en las fuerzas productivas en sí mismas. Las fuerzas productivas no pueden definirse únicamente por la producción de bienes o de cosas en el espacio. Se definen hoy como la producción del espacio. Esta producción no suprime la antigua; la producción en el sentido clásico del término, que sigue siendo la base, las fuerzas productivas que conciernen a la producción de los bienes en el espacio no han desaparecido, pero desde cualquier punto de vista, sea técnico, científico o social, hay una modificación, de excepcional importancia, en las fuerzas productivas en sí mismas, de las que yo pienso, con Marx, que son la base sobre la que se edifica la sociedad. He olvidado decir que la contradicción clásica, puesta de relieve por Marx, entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción toma hoy, en mi opinión, una forma nueva: la contradicción entre la capacidad de tratar el espacio a gran escala y la propiedad privada del espacio, que es una relación social. Me excuso por el carácter muy condensado de esta exposición.”

“El arquitecto, ¿cómo se define? Para mí se define como un productor del espacio. Es un gran tema de discusión, porque hasta ahora, en Francia, se definía al arquitecto como un dibujante, lo que abocaba a dar a los arquitectos una gran formación, no muy buena pero muy artística. Dibujaban muchos capiteles y muchas columnas, y cuando llegaban ante los problemas del espacio estaban totalmente perdidos. Hemos llegado actualmente a otra concepción del arquitecto que se ha esbozado en Italia. El arquitecto no es un hombre de dibujos, es un hombre de palabras. Su papel es el de intermediario entre los usuarios, los promotores, las autoridades políticas y los financieros. Han formado a gente que ya no sabe dibujar. Se han creado ramas porque los desgraciados no se podían ganar la vida; estaban obligados a entrar en estudios de arquitectos, donde les obligaban a dibujar, y no sabían. No obstante, ahí dentro hay una idea interesante: es que los usuarios no saben hablar, por no tener el vocabulario y, si nadie se encarga de decir lo que los usuarios sienten, ¿quién va a hablar en nombre de los usuarios? Los arquitectos no son así todavía, pero no deja por ello de ser interesante esta hipótesis del espacio; no está solo, no es el único, ya que en el régimen capitalista están también los promotores, los financieros, los bancos y las autoridades administrativas y políticas. La producción del espacio es un fenómeno extraordinariamente complejo, y en la práctica las contradicciones que he señalado aparecen constantemente; porque unos conciben el espacio a gran escala y otros no lo conciben sino a la escala de la propiedad privada.”

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