sábado, 25 de marzo de 2017

Perspectiva unificada XIV

Al Método de perspectiva unificada le faltaba todavía algún complemento en este blog.

En este dibujo de Escher las figuras de dos manos se ayudan mutuamente a escapar del papel. No deja de ser una metáfora de la visión en relieve, en la que no dos manos, sino dos ojos, hacen salir del plano a sus imágenes.


En las figuras que siguen, para obtener la sensación de relieve buscada, hay que mirar cada imagen del par con el ojo correspondiente. Seguramente costará a quien no lo haya hecho nunca, pero varias técnicas pueden ayudar a lograrlo.

En primer lugar, la distancia entre las imágenes no ha de superar la que separa los ojos del espectador, para hacer posible la convergencia. Cumplida esta condición, Acercaremos el rostro al dibujo hasta que cada ojo encuentre la suya. Alejándonos depacio, llegaremos a ver una imagen central en relieve, flanqueada por dos planas.

Facilitaremos la tarea si interponemos entre ambos ojos, perpendiculara la plano, una hoja de papel, impidiendo que cada ojo vea la imagen destinada al otro.

Probad con esa figura de un paralelepípedo transparente, con una flecha en diagonal. Cuando logréis fundir los puntos origen de las flechas en uno solo, veréis el volumen. 


Aquí dos cubos, uno transparente (o "de alambre") y otro opaco:


Y aquí dos tetraedros. Fundid los pequeños puntos interiores. Al lograr la visión en relieve os daréis cuenta de que uno de ellos es transparente, o bien le falta la cara delantera:


Un cubo truncado transparente y otro opaco:


Octaedros, y más abajo las maclas de dos tetraedros cuyas aristas se cortan entre sí:


Octaedros truncados:


Cuboctaedros. No olvidéis fundir esos puntos que apenas se ven:


Dodecaedros transparentes inscritos en un cubo:


Los mismos, opacos:

 
Bellas figuras de dos icosidodecaedros transparentes inscritos en un mismo cubo:


Los mismos, opacos:


Dos icosaedros transparentes:


Icosaedros opacos. Seis aristas de cada uno pertenecen a las caras del cubo que los contiene:


Por último, estas figuras de dodecaedros en las que se han sustituido las caras por estrellas pentagonales. Podéis contemplar su interior:


Todavía falta un último suplemento...


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