domingo, 20 de marzo de 2016

Federalismo, unionismo, secesionismo


Mi admirado y algo barroco amigo (amigo lo considero, aunque él no me conozca; de paso, yo también soy algo barroco, como hijo de Écija, y mucho más disperso), repito: mi amigo Salvador López Arnal, en una de sus crónicas sabatinas, recoge unas interesantes reflexiones de Miguel Candel, que paso a copiar.



[Crónicas sabatinas] Más acá y por debajo del soberanismo-secesionismo

Rebelión

(...)

La reflexión siguiente es del traductor de Gramsci y Aristóteles, Miguel Candel, también de Espai Marx y otra de las almas de estos textos:
*Aclarar conviene que "unionisno", siendo obviamente antitético con "secesionismo", no lo es con "federalismo". Cf. la federación conocida como Estados Unidos de América. Lógicamente, todo régimen político que se oponga a una secesión (como fue la de los Estados Confederados de América durante la guerra civil de 1861-1865) se llamará "Unión", tanto si se trata de un sistema centralista como de uno federal. En la mencionada guerra civil, el ejército leal al gobierno federal era conocido como "ejército de la Unión"”.
Añade Candel:
“Aprovechando que el Potomac pasa por Washington DC… La primera versión de la constitución de los Estados Unidos era de facto confederal (de su redacción se desprendía implícitamente la preeminencia, en caso de conflicto, de las leyes de los Estados sobre las de la Unión), pero tras un fuerte debate prevaleció el sector federalista encabezado, entre otros, por Alexander Hamilton, fundador del Partido Federalista. Como consecuencia de ello, en 1791 fue ratificada la X enmienda a la Constitución, que, bajo la apariencia de garantizar el poder de los Estados en unas materias, deja claro que hay poderes exclusivos de la Unión que la propia Constitución prohíbe ejercer a los Estados: "The powers not delegated to the United States by the Constitution, nor prohibited by it to the States, are reserved to the States, respectively, or to the people".

La tendencia a pasar de un sistema confederal a otro federal no se ha dado sólo en los Estados Unidos: Suiza, a partir de la Constitución de 1848, dejó de ser confederación (pese a mantener el nombre oficial de Confederación Helvética) para convertirse en una federación. Eso sí, en ningún sitio está definido con carácter universal cuántas y cuáles han de ser las competencias de cada nivel, el federal y el estatal: eso será siempre fruto de una negociación (que puede implicar episodios de tensión como los que estamos viviendo)”.
Conclusión: 
“En cualquier caso, la razón subyacente a esa tendencia a pasar de un régimen confederal a otro federal es que el primero es intrínsecamente inestable, pudiendo producirse en cualquier momento la disgregación del Estado, con el consiguiente quebranto de la seguridad jurídica de sus miembros, de la que tanto se habla hoy día y que es la base de cualquier pacto social (en sentido rousseauniano). El rollito de que lo bueno es la "continua renovación" de dicho pacto a mí me suena muy parecido a lo del despido libre disimulado bajo la fórmula del “contrato fijo discontinuo"...
(...)

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