sábado, 27 de julio de 2013

Egipto, Brasil, Turquía

De Egipto a Brasil, la acción en las calles impulsa el cambio, pero la organización es esencial porque si no será secuestrado o desarmado.

Es preocupante la capacidad de maniobra de los poderes establecidos, frente a la incapacidad de organización, y aún de conocimiento de la realidad subyacente, de las masas indignadas.

El desprestigio de la política en general (muy merecido por los partidos "del sistema", pero que salpica a los que más o menos intentan participar del "mecanismo democrático" establecido, y que a menudo se contagian de oportunismo, o al menos de tacticismo, aleja a los sujetos que deben hacer los cambios de la misma idea de organización.

Los partidos más radicales y minoritarios tampoco alcanzan a mover a las multitudes, cuya participación un tanto fluctuante puede acabar en el desencanto o en la impotencia.

Y los que intentan crear "nuevas formas de participación", sin memoria del pasado, simplemente pueden repetir, en su inexperiencia, los fallos que intentan combatir.

Necesitamos memoria, organización política, participación en partidos consolidados pero menos contaminados por el sistema, mismo para reconducirlos si hace falta hacia las reivindicaciones populares, y aún para meter en cintura a oportunistas, que en estos tiempos pueden ventear su posible ascenso y colarse en las organizaciones, y convergencia de las fuerzas transformadoras en amplios consensos, bien diferentes de las grandes coaliciones que en tiempos de fronda intentan los oligarcas que detentan el poder.

Y en esos consensos, que no se cuele la falsa izquierda que tanto a contribuido a desorientar a los ciudadanos.

Los mecanismos anarquizantes y meramente asamblearios fluctúan de la movilización a la desmovilización, del entusiasmo a la apatía o el desencanto, de la conciencia de su poder a la sensación de impotencia.

Tan necesaria es la organización como su control vigilante desde las bases.

Y organización inseparable de un sólido conocimiento de las realidades y una estrategia transparente y que pueda arraigar en los que se movilizan de modo en principio espontáneo.

Egipto, Brasil, Turquía: sin política, la protesta está a la merced de las elites

The Guardian

El final del artículo:

A pesar de sus diferencias, los tres movimientos tienen impresionantes características comunes. Combinan grupos políticos ampliamente divergentes y demandas contradictorias, junto con los despolitizados, y carecen de una base organizativa coherente. Eso puede ser una ventaja para campañas de un solo tema, pero puede conducir a una superficialidad de poca duración si los objetivos son más ambiciosos, lo que se puede decir que ha sido la suerte del movimiento Ocupa.

Todos ellos, por cierto, han sido fuertemente influenciados y conformados por los medios sociales y las redes espontáneas que fomentan. Pero hay muchos precedentes históricos de semejantes protestas de poder popular, e importantes lecciones de por qué con frecuencia se desbaratan o conducen a resultados muy diferentes de los esperados por sus protagonistas.

Los precedentes más obvios son las revoluciones europeas de 1848, que también fueron dirigidas por reformadores de clase media y que ofrecieron la promesa de una primavera democrática, pero prácticamente colapsaron en un año. El tumultuoso levantamiento de París de 1968 fue seguido de una victoria electoral de la derecha francesa. Los que marcharon por el socialismo democrático en Berlín Este en 1989 llevaron a privatización y al desempleo masivo. Las revoluciones de colores de la última década patrocinadas por Occidente utilizaron a los manifestantes para la escenificación de la transferencia del poder a oligarcas y elites favorecidas. Los movimientos de los indignados contra la austeridad en España fueron impotentes para impedir la vuelta de la derecha y una caída en una austeridad aún más profunda.

En la era del neoliberalismo, cuando la elite gobernante ha vaciado la democracia y asegura que no importa a quién votas, el resultado es el mismo, tienden a prosperar movimientos de protesta políticamente incipientes. Tienen fuerzas cruciales: pueden cambiar estados de ánimo, desechar políticas y derrocar gobiernos. Pero sin una organización con raíces sociales y objetivos políticos claros pueden destellar y fracasar o ser vulnerables a secuestros o desviaciones por parte de fuerzas más arraigadas y poderosas.

Lo mismo vale para revoluciones, y es lo que parece que ocurre en Egipto. Muchos activistas consideran que los partidos y movimientos políticos tradicionales son superfluos en la era de Internet. Pero ese es un argumento para nuevas formas de organización política y social. Sin ella, las elites conservarán el control, por espectaculares que sean las protestas.

sábado, 13 de julio de 2013

Franquismo o fascismo

Análisis de Vicenç Navarro en Público sobre el uso eufemístico del tèrmino franquismo para evitar la definición de fascista a la dictadura de Franco. Si es eufemismo por parte de sus herederos desteñidos, es verdadera pudibundez para la izquierda, que tantas veces ha caído en el sonrosismo, por inadvertencia o, a veces, por mal cálculo.

Es bien rigurosa la enumeración de características fascistas que connotan al pasado y a veces no tan pasado régimen del general.

Digo no tan pasado, porque aunque la monarquía actual que heredamos no es un régimen fascista, hay a veces en la historia saltos atrás, y puede imaginarse una deriva fascista que podría producirse si, como otras veces ha ocurrido, lo juzgan necesario los dueños del capital.

En el momento en que parece un pato, anda como un pato y hace cuac cuac, podemos pensar razonablemente que es un pato.


La dictadura que el golpe militar de 1936 estableció en España, que la gobernó desde 1939 hasta 1978, se define fuera de España como una dictadura fascista. Cuando el Sr. Juan Antonio Samaranch, delegado de deportes durante aquella dictadura, y más tarde Presidente del Comité Olímpico, visitó Atlanta en EEUU para inaugurar los Juegos Olímpicos que tomaron lugar en aquella ciudad, la nota biográfica que el The New York Times publicó de él lo presentó como Director General de Deportes del régimen fascista liderado por el General Franco. Y así en Gran Bretaña y Suecia (entre otros muchos países) donde también viví y trabajé por largos periodos de mi vida. Solo en España se conoce aquel régimen como la dictadura franquista, término ampliamente utilizado no solo por las derechas sino incluso también (sorprendentemente) por las izquierdas. La causa de definir aquel régimen de esta manera se debe a un proyecto conservador altamente exitoso que tenía por objeto presentarlo como un régimen caudillista, autoritario, liderado por un general, que limitaba la expresión de libertades sin intentar, sin embargo, cambiar la sociedad e imponer una ideología totalizante a la población. Los que intentaban hacer esto último eran los regímenes totalitarios, tales como los regímenes comunistas. Estos eran no solo autoritarios sino también totalitarios pues promovían el comunismo, que es una ideología totalizante que quería establecer una nueva cultura, ideología y manera de pensar diferente y opuesta a la de un sistema democrático, laico y republicano.

Esta distinción entre regímenes autoritarios y totalitarios la había establecido el politólogo español Juan Linz, profesor de Yale, EEUU, y había sido adoptada por el Departamento de Estado de aquel país para justificar su apoyo a gran número de regímenes caudillistas latinoamericanos, indicando que no eran totalitarios y que, por lo tanto, tenían el potencial transformador en regímenes democráticos, cosa que no ocurría con los regímenes totalitarios tales como los regímenes comunistas, que no eran reformables y, por lo tanto, eran dignos de todo tipo de oposición.

Y el mismo Sr. Linz (español procedente de una familia militante de la Falange, el partido fascista español) negaba que el régimen español fuera totalitario y todavía menos fascista. Según él, el régimen liderado por el general Franco era autoritario pero con el tiempo fue cambiando, dando origen a un régimen democrático. Según este autor, aquel régimen liderado por el General Franco tuvo muy poco de fascista, pues la Falange (el partido fascista) fue una fuerza política con poco peso sobre el aparato del estado. Debido a la enorme influencia del Sr. Linz en las ciencias políticas españolas, esta visión fue ampliamente aceptada no solo por la comunidad académica sino por la cultura mediática y política dominante, de manera que incluso las izquierdas la aceptaron. Pocos líderes de izquierda se refieren a aquel régimen como fascista. A lo único a lo que se llega es a aceptar que puede que el régimen fuera fascista al principio, pero luego, con la llegada de los tecnócratas del Opus Dei a la gobernanza del país, el régimen cambió. 

¿Qué es fascismo? 

Veamos ahora los datos. El profesor Malefakis, Catedrático de la Universidad de Columbia en Nueva York, y uno de los mayores expertos sobre el fascismo europeo, ha definido las características del fascismo (según él, ocho) de manera tal que si un régimen político las tiene entonces es –según él- un régimen fascista. Veamos cuáles son y si el régimen que existió en España tuvo cada una de ellas, señalando la evidencia que lo avala.

Conforme al Profesor Malekafis, un régimen era fascista si:

  1. estaba dirigido por un hombre presentado por el régimen como superhumano. Evidencia: el régimen dictatorial español presentaba a Franco como “Caudillo por la Gracia de Dios”. Yo no soy creyente, pero entiendo que es difícil alcanzar un nivel superior para un ser humano que el ser nombrado a dedo por Dios, dotándolo de características superhumanas. El hecho de que Franco fuera, en realidad, un personaje de gran mediocridad es irrelevante. El régimen lo presentó como superhumano;

  1. este caudillo superhumano utilizó a un partido, creado antes del régimen, que le ayudó a tomar el poder y establecer su liderazgo en los distintos aparatos del Estado. Evidencia: dicho partido se llamó la Falange, partido creado e inspirado por el Partido Fascista Italiano, tal como reconoció su propio fundador, José Antonio Primo de Rivera;

  1. este partido tiene que tener una ideología nacionalista extrema, con deseos imperialistas, con un canto a la fuerza militar y a la fuerza y masculinidad en general. Evidencia: esta fue la ideología que transmitía el régimen a través del partido;

  1. tiene que tener pleno control de todas las instituciones mediáticas creadoras de opinión con fines propagandísticos, desde la radio, la prensa, las escuelas, las universidades. Evidencia: el dictador nombraba a dedo a todos los directores de todos los canales radiofónicos o de televisión, diarios y cualquier institución transmisora de información y persuasión;

  1. este control tiene que tener como objetivo el de transmitir la ideología del régimen con el fin de crear una nueva mentalidad y un nuevo tipo de sociedad. Evidencia: esa ideología era un nacionalismo españolista extremo y un catolicismo profundamente reaccionario. Tanto el nacionalismo como el catolicismo son ideologías totalizantes que invaden todas las esferas del ser humano, desde la lengua hasta el sexo. En realidad, es difícil encontrar una ideología menos totalizante que el nacionalcatolicismo, que fue la ideología propia e impuesta por el régimen en todos sus medios de información. Desde la lengua que la población debía hablar hasta como realizar el sexo (dos esferas de máxima intimidad) estaban normatizados en aquel régimen, con sanciones (torturas, cárcel, asesinato y/o exilio) en caso de no cumplimiento;

  1. el régimen debe intentar romper con un orden anterior para crear uno nuevo. Evidencia: el régimen dictatorial intentó no solo romper sino eliminar cualquier institución republicana, a la cual consideró como anti-española. Su objetivo era crear una sociedad opuesta a la sociedad democrática, laica y republicana, a la que intentó erradicar;

  1. el régimen debe presentarse como creador de una sociedad nueva. Evidencia: el objetivo explícito de aquel régimen fue alcanzar este objetivo de desarrollar una sociedad nueva, opuesta a la anterior republicana, con un imperialismo extremo, regida por una cultura religiosa liderada por la jerarquía católica profundamente reaccionaria, subordinando todas las instituciones económicas, sociales y políticas a este objetivo;

  1. el régimen debe basarse en tener una alianza con grupos de poder económico y otros, subordinados al estado, que sirvan al poder totalizante. Evidencia: en España, todos los poderes y grupos fácticos, desde la Iglesia y el ejército hasta las grandes empresas y bancos y los grandes terratenientes, apoyaron al régimen, beneficiándose enormemente por ello;

  1. el régimen debe ser racista. Evidencia: el régimen dictatorial español justificó la conquista de América Latina y el imperio que se estableció en una supuesta superioridad de la raza española. De ahí que el Día Nacional (día que celebraba el imperio) se conocía como el día de la raza;

  1. el régimen debe negar que el mundo empresarial y el mundo del trabajo tengan intereses contrapuestos. Evidencia: el régimen dictatorial negó la existencia de la lucha de clases, de donde deriva el establecimiento de los sindicatos verticales, en los que se incluía al empresariado y a los trabajadores;

  1. el régimen debe ser profundamente anticomunista. Evidencia: el régimen se caracterizaba por su anticomunismo.

Argumentos en contra de la definición de aquel régimen como fascista: sí que lo fue pero solo al principio 

Presentados con la evidencia de que el régimen dictatorial reunía estas once características, han aparecido toda una serie de contraargumentos (a los que contesto en el libro citado anteriormente) entre los cuales el que se repite más frecuentemente es que, aun admitiendo que el régimen pudo reunir estas características al principio, dejó de tenerlas pronto. La Falange, por ejemplo, excepto en la primera etapa de gran represión, fue perdiendo poder, cambiando la naturaleza del estado, dominado en su última etapa por los tecnócratas del Opus Dei. Este argumento ignora varios hechos. Uno, la complicidad del Opus Dei con la Falange y su reproducción del nacionalcatolicismo. Es más, la simbología fascista y su parafernalia continuaron hasta el último día de la dictadura. En la entrada de cada pueblo de España aparecía el símbolo fascista, junto con el nombre del pueblo. Y ello hasta 1978. También hasta esta fecha se requería juramento de lealtad al Movimiento Nacional (que tenía desde el uniforme hasta el saludo, el fascista) a todos los funcionarios públicos. Y así una larga lista de hechos. 

El hecho de que en las últimas etapas la nomenclatura que controlaba el estado no fuera o no creyera en el fascismo es irrelevante. Tampoco la nomenclatura que controlaba el aparato burocrático en la URSS creía en el comunismo y en cambio se le llamó hasta el último día régimen comunista. En ambos casos, la nomenclatura eran personalidades que no se adherían a ninguna ideología, defendiendo solo y exclusivamente sus intereses personales (desde el Rey hasta Suárez, jefe del Movimiento Nacional). Pero ello no previene que se debiera definir a aquel Estado como fascista, pues todos sus símbolos así lo fueron. 

Otro argumento que se ha utilizado en contra de definir aquel régimen como un régimen fascista fue la existencia de otros grupos y fuerzas políticas que competían con la Falange en su influencia sobre el Estado. En realidad, varios autores han considerado la Falange como un partido con escasa influencia. La evidencia muestra, sin embargo, lo contrario. La ideología dominante de aquel régimen reunía cada una de las once características definidas en este artículo. En cuanto a la pequeñez de la Falange, ignora que un partido o fuerza política puede ser de escaso tamaño y en cambio, su ideología, puede ser la hegemónica en el país. Los partidos liberales hoy en Europa son minoritarios y, en cambio, el neoliberalismo es hegemónico en Europa. 

Por qué se quiere negar el carácter totalizante de aquel régimen 

Una última observación. El lenguaje no es inocente. La narrativa oficial es siempre la que es promovida por la estructura del poder de un país, y lo mismo ocurre en España. Negar el carácter totalizante del régimen dictatorial, su nacionalcatolicismo, el ingrediente central del fascismo español, tiene una función política de enorme importancia, como podemos ver hoy. Las contrarreformas que está llevando el gobierno del Partido Popular y la ideología que lo sustenta tienen sus raíces históricas en el fascismo español. La obvia falta de cultura democrática del PP, su intento de recuperar un nacionalismo extremo, su negación de la plurinacionalidad de España, su represión de la clase trabajadora con pérdida de derechos laborales, sociales y políticos, su estrecho ligamen con los grupos fácticos y poderes económicos, sus contrarreformas educativas para generar “élites superiores” que gobiernen el país, su profundo nacionalcatolicismo, son todo ello reliquias del fascismo que caracterizó aquel Estado. No estoy, naturalmente, indicando que el PP o su cultura sean fascistas, pero sí que estoy subrayando que partes de esta cultura son heredadas del régimen fascista. Y soy consciente de que cuando lo defino como fascismo en lugar de franquismo, se generará una respuesta de hostilidad, no solo por parte de las fuerzas conservadoras españolas sino también incluso por parte de algunas izquierdas que ven el término fascismo como “excesivamente fuerte”. Y ahí está el problema. Viendo a aquel Estado como meramente autoritario no se dan cuenta de la continuidad de la ideología que todavía hoy rige el establishment conservador con la existente en aquel régimen dictatorial que científicamente puede demostrarse que fue de una ideología totalizante fascista.

martes, 9 de julio de 2013

25 verdades sobre el caso Evo Morales/Edward Snowden

Opera Mundi

El caso Edward Snowden estuvo en el origen de un grave incidente diplomático entre Bolivia y varios países europeos. Tras una orden de Washington, Francia, Italia, España y Portugal prohibieron al avión presidencial de Evo Morales sobrevolar su territorio.

1. Tras un viaje oficial a Rusia para asistir a una cumbre de países productores de gas, el Presidente Evo Morales tomó su avión para regresar a Bolivia.

2. Estados Unidos, pensando que Edward Snowden, exagente de la CIA y de la NSA y autor de las revelaciones sobre las operaciones de espionaje de su país se encontraba en el avión presidencial, ordenó a cuatro países europeos, Francia, Italia, España y Portugal, que prohibieran sobrevolar su espacio aéreo a Evo Morales.

3. París cumplió inmediatamente la orden procedente de Washington y canceló la autorización de sobrevuelo de su territorio que había otorgado a Bolivia el 27 de julio de 2013, mientras el avión presidencial se encontraba apenas a unos kilómetros de las fronteras francesas.

4. Así, París puso en peligro la vida del Presidente boliviano, el cual tuvo que aterrizar de emergencia en Austria, por falta de combustible.

5. Desde 1945, ninguna nación del mundo ha impedido a un avión presidencial sobrevolar su territorio.

6. París, además de desatar una crisis de extrema gravedad, violó el derecho internacional y la inmunidad diplomática absoluta del cual goza todo Jefe de Estado.

7. El gobierno socialista de François Hollande atentó gravemente contra el prestigio de la nación. Francia aparece ante los ojos del mundo como un país servil y dócil que no vacila un solo instante en obedecer a las órdenes de Washington, contra sus propios intereses.

8. Al tomar semejante decisión, Hollande desprestigió la voz de Francia en la escena internacional.

9. París también se ha convertido en objeto de risa en el mundo entero. Las revelaciones de Edward Snowden permitieron descubrir que Estados Unidos espiaba a varios países de la Unión Europea, entre ellos Francia. Tras esas revelaciones, François Hollande pidió pública y firmemente a Washington que detuviera esos actos hostiles. No obstante, entre bambalinas, el Palacio del Elíseo siguió fielmente las órdenes de la Casa Blanca. 


10. Tras descubrir que se trataba de una información falsa y que Snowden no se encontraba en el avión, París decidió anular la prohibición.

11. Italia, España y Portugal también siguieron las órdenes de Washington y prohibieron a Evo Morales sobrevolar su territorio antes de cambiar de opinión tras enterarse de que la información no era verídica y permitir al Presidente boliviano seguir su ruta.

12. Antes de ello, España incluso exigió revisar el avión presidencial en violación de todas las normas legales internacionales. “Esto es un chantaje, no lo vamos a permitir por una cuestión de dignidad. Vamos a esperar todo el tiempo necesario”, replicó la Presidencia boliviana. “No soy un criminal”, declaró Evo Morales.

13. Bolivia denunció un atentado contra su soberanía y contra la inmunidad de su presidente. “Se trata de una instrucción del gobierno de Estados Unidos”, según La Paz.

14. América Latina condenó unánimemente la actitud de Francia, España, Italia y Portugal.

15. La Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) convocó una reaunión extraordinaria urgente tras este escándalo internacional y expresó su “indignación” a través de su Secretario General Ali Rodríguez.

16. Venezuela y Ecuador condenaron “la ofensa” y “el atentado” al Presidente Evo Morales.

17. El Presidente Nicolás Maduro de Venezuela condenó “una agresión grosera, brutal, inadecuada y no civilizada”.

18. El Presidente ecuatoriano Rafael Correa expresó su indignación: “¡Nuestra América no puede tolerar tanto abuso!”

19. Nicaragua denunció una “acción criminal y bárbara”.

20. La Habana fustigó “acto inadmisible, infundado y arbitrario que ofende a toda la América Latina y el Caribe”.

21. La Presidenta argentina Cristina Fernández expresó su consternación: “Definitivamente están todos locos. El Jefe de Estado y su avión tienen inmunidad total. No puede ser este grado de impunidad”.

22. A través de su Secretario General José Miguel Insulza, la Organización de Estados Americanos (OEA) condenó la decisión de los países europeos: “No existe circunstancia alguna para cometer tales acciones en detrimento del presidente de Bolivia. Los países involucrados deben dar una explicación de las razones por las cuales tomaron esta decisión, particularmente porque ello puso en riesgo la vida del primer mandatario de un País Miembro de la OEA”.

23. La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) denunció “una flagrante discriminación y amenaza a la inmunidad diplomática de un Jefe de Estado”.

24. En vez de otorgar asilo político a la persona que le permitió descubrir que era víctima de espionaje hostil, Europa, particularmente Francia, no vacila en crear una grave crisis diplomática con el objetivo de entregar a Edward Snowden a Estados Unidos.

25. Este caso ilustra que si la Unión Europea es una potencia económica, es un enano político y diplomático incapaz de adoptar una postura independiente con respecto a Estados Unidos.

Estaré a lo que mande Gargamel...

miércoles, 3 de julio de 2013

Blind Spot (Punto Ciego)

En este documental hay razones muy serias para actuar, para atajar lo que se viene encima, lo que está a punto de pasar, el no futuro de la sociedad que hemos conocido. Lo dicen personas expertas, no simples publicistas, y se acompaña con imágenes de lo más cotidiano. Aunque la costumbre nos hace habitualmente insensibles, bien pensado resultan terribles.

No es un llamamiento explícito al activismo; sólo hace pensar. La respuesta melancólica es esperar la llegada de lo inexorable. Desde luego, nadie puede asegurar que no lo sea, ni el momento de llegada al punto de no retorno.

Nos sentimos pequeños y aislados frente a poderes enormes y organizados. Por eso, y porque es llevadero en el día a día, nos resignamos al sentimiento de impotencia y a la respuesta melancólica.

El individualismo imperante es un producto cultural, no es consustancial al ser humano. Da una visión estrecha y pesimista de nuestra naturaleza, que aparece como una lucha de todos contra todos. No nos damos cuenta de que los hombres hacen su historia, aunque no la hagan sino a partir de condiciones dadas, y recíprocamente esa historia los hace a ellos.

Es paradójico atribuir un estado de naturaleza a sociedades altamente organizadas, altamente cooperativas y que nunca habrían llegado a existir si tuviéramos un comportamiento naturalmente solitario, como los grandes felinos.

Animales sociales, animales políticos, toda nuestra fuerza está en la organización. Esa es la clave: ¿nos organizamos, o nos dejamos organizar? Toda actividad humana tiene un carácter político. Los griegos acuñaron el término porque su orden era la polis.

La respuesta política pasa por dos fases.

Una primera es la toma de conciencia, para superar la conciencia falsa (ideología) por la que aceptamos las cosas como son. Confundimos lo existente con lo necesario. En cierto sentido, natural es todo lo que existe, bueno o malo. Pero lo naturalmente humano es lo artificial. La obra humana, hacer colectivo, cambia continuamente por una actividad que siempre es proyecto. Nuestro obrar y sus productos también nos cambian a nosotros. Y las podemos cambiar. Porque, repito, somos animales politicos. O sociales, que tanto da.

La segunda fase es la puesta en práctica de la acción común.

Pero no se debe poner el carro delante de los bueyes. La acción común sólo puede surgir de la propia práctica. Práctica que hay que cimentar en la toma de conciencia colectiva.

El documental no explicita vías para resolver la situación. Sólo avisa sobre la urgencia de hacerlo.


Blind Spot viene a ser algo así como un curso acelerado sobre los nuevos paradigmas que enfrenta nuestra especie, ante la gran anomalía planetaria denominada Pico del Petróleo y sus implicancias en el futuro de la humanidad. El director (nacido en México y radicado en Nueva York) Adolfo Doring, ha convocado para esta obra a una serie de especialistas de impecable y reconocida trayectoria en sus respectivas áreas profesionales y de investigación, quienes nos ofrecen en conjunto las piezas fundamentales para que el espectador pueda armar su propio mapa de la situación, sin intenciones de generar pánico ni alarmar, simplemente pintando el panorama tal cual es.

Es una muestra muy didáctica de los fuertes vínculos que existen entre nuestro consumo de energía, con la forma en que se maneja la economía, y el efecto que esto tiene para el medio ambiente, y por añadidura, para la superviviencia de la humanidad. Como punto de partida toma el escenario del inevitable e inminente declive en la producción de combustibles fósiles, demostrando que sólo hay dos caminos posibles: Si continuamos quemando combustibles fósiles nuestro ecosistema planetario se derrumba, y si dejamos de hacerlo lo que se derrumba es la economía global de la cual todos en mayor o menor medida dependemos. De esta manera, cualquier opción que tenemos de aquí en adelante, implica profundas transformaciones a nuestra manera de pensar la realidad, y nos enfrenta a la encrucijada de revisar todas nuestras creencias anteriores.

La intención principal de esta película es educar, informar, mostrar las diversas fuerzas interrelacionadas que están actuando precisamente ahora en el mundo a nuestro alrededor, y montados sobre ellas estamos viajando como especie hacia un precipicio de altura desconocida. La ecología y el ambientalismo han dejado de ser ya una cuestión de conciencia, para convertirse más bien en una cuestión de supervivencia, un nuevo enfoque crucial, que sin embargo la mayoría de las personas todavía persisten en no querer ver. 
"¿Por qué no entendemos los aspectos ecológicos de nuestra situación y de la vida en general? ¿Es sólo porque estamos preocupados por nuestros intereses personales? ¿O es por algo más serio? Creo que son ambas cosas. Obviamente cuando subo al auto, enciendo el motor y piso el acelerador para ir a algún lado, la mayor parte del tiempo no pienso sobre todo el esfuerzo de aquella gente perforando pozos y extrayendo petróleo de las profundidades y embarcándolo hacia la refinería para producir naftas. Yo sólo pienso hacia donde voy, en el placer que obtendré, o en la compra que voy a hacer. Así las preocupaciones por las rutinas de la vida son por supuesto el mayor obstáculo para que la gente piense en estas cosas que son cada vez más importantes" [William Catton] 
Como es natural, la temática del film gira en torno al escenario de extrema vulnerabilidad que padecen actualmente los Estados Unidos y países más desarrollados ante el inevitable escenario de descenso energético. Sin embargo, las implicaciones de este fenómeno único en la historia de la humanidad serán globales, en función del mayor o menor grado de autosuficiencia que cada cultura y cada región pueda poner en práctica. Otro de los puntos fuertes del documental es que se basa en enfoques científicos y datos de la realidad, sin caer en presentaciones meramente emocionales, lo cual le adjudica al menos el mérito para ser tenido en cuenta y analizado con serenidad. La esperanza es que todo este contenido de datos pueda convertirse en puntos de debate y discusión en escuelas, universidades, y cualquier otro ámbito comunitario. 
"Debemos mirar las cosas en términos aritméticos. Y lo interesante es que la aritmética, la ciencia, no son democráticas. Podemos votar ahora y decidir si existe o no el calentamiento global, y hacemos que nuestro voto dictamine si existe o no. Pero está sucediendo, lo votemos o no, y debemos comprender que con estas grandes cuestiones a la ciencia no le importa como vota la gente, sigue su propio camino y da respuesta a lo que hacemos, a la forma en que estamos insultando al medio ambiente. Y si no estabilizamos el crecimiento poblacional, la naturaleza lo hará." [Albert Bartlett]
Las impecables tomas aéreas y las imágenes del mundo en que vivimos se van sucediendo a la par de las explicaciones brindadas por ambientalistas, científicos, periodistas, educadores, psicólogos, escritores y activistas, en un equilibrado balance entre visión y palabras, que en muchos casos están fuertemente ligadas formando parte de un mismo mensaje compacto. Tampoco faltan algunas tomas de posición ideológicas bien definidas en algunos disertantes abiertamente críticos a la cultura dominante, tales como Derrick Jensen o David Korten. 
"Hay una causa principal entre las causas profundas de la crisis en la que estamos. Es la historia de cómo la humanidad cambió desde las relaciones asociativas para organizarse, hacia las jerarquías de dominación. Cinco mil años atrás comenzamos a organizarnos por medio de estas estructuras jerárquicas, y cuando te organizas por esa clase de estructuras, tendrás pocas personas en la cúspide y muchas personas en la base. Hay enormes desigualdades entre ellos. Así se crea una gran competencia por las posiciones de poder. Y dentro de esa dinámica se hace imperativo mantener el sistema, para apropiarse de más y más recursos, para mantener esa estructura de dominación, para mantener las fuerzas militares, para mantener el orden, para mantener al clero, que diseña la ideología y la religión que legitima esas jerarquías de dominación. Y luego comienzas a darte cuenta que ese patrón está vigente desde hace 5.000 años, y evolucionó desde las ciudades-estado originales, luego con las naciones-estado, y ahora vemos la fusión entre las corporaciones y el poder del estado. Y todo para mantener esa jerarquía de dominación por la violencia. Por la extrema violencia" [David Korten] 
Si tuviéramos que resumir a esta película con una sola frase, podría decirse que se trata de un diagnóstico intensivo y de enfoque multidisciplinario para entender porqué estamos como estamos. 

Y aquí está el vídeo: