sábado, 9 de abril de 2011

Portugal no se puede resistir a la oferta

Michael Burke, en The Guardian


Estamos aquí para ayudar. Escena de la serie Los Soprano (HBO, 1999-2007).

En uno de los episodios de la excelente serie Los Soprano, el gángster Tony Soprano explica a un jugador de poca monta la razón por la que le dejaba participar y perder en partidas con apuestas elevadas. “Sabía que no podrías pagar, pero tu mujer tenía la tienda de deportes”, le dice tras liquidar los activos del negocio y dejarlo en bancarrota.

Los Soprano está disponible en portugués, y ahora que Portugal es la última economía que ha caído en las garras de la Comisión Europea, y posiblemente, del FMI, los espectadores podrán saber más sobre lo que les espera siguiendo dicha serie que lo que podrían saber por los medios de comunicación. Caer en manos de la Comisión, como bien saben los ciudadanos irlandeses y griegos, es como entrar en un círculo mafioso.
Según las últimas informaciones, el Gobierno portugués ha solicitado un préstamo urgente por valor de 80.000 millones de euros tras una subasta de bonos públicos cuyos tipos de interés alcanzaron niveles exorbitantes. Sin embargo, a juzgar por la experiencia en otros lugares de Europa, el tipo de interés que aplicará la UE no será inferior al valor insostenible que pedían los mercados de bonos.

(...)

Un rescate a puerta cerrada

En el último post que publicó en el blog del EUobserver como corresponsal del Daily Telegraph en Bruselas, Bruno Waterfield se despide con un ataque contra el inminente rescate de 80.000 millones de euros y el programa de austeridad para Portugal confeccionado por la UE y el FMI. 

“Uno de los mantras burocráticos que se escuchan aquí, en Bruselas”, escribe, “es que la UE trata ‘con Estados, no con Gobiernos’”.

“El axioma traiciona las reglas del juego de la UE como una unión de burocracias estatales (funcionarios, reguladores, agentes de policía, cargos y diplomáticos) no pueblos”.

“Es acatar el pacta sunt servanda o el proceso de encuadrar ámbitos significativos de la toma política de decisiones, desde la economía a la justicia y la seguridad (controlando nuestras libertades civiles), dentro de un área burocrática sin público que se encarga de la gobernanza de la UE sin gobierno”.

Tras el colapso del Gobierno socialista de José Sócrates, por el rechazo del Parlamento de su propuesta de un plan de austeridad marcado por los estándares europeos, “las 'autoridades' portuguesas, la burocracia no elegida del Estado, negociarán con sus 'colegas' en Bruselas”.

El trato –piénsese simplemente en lo impopular e injusto del diktat de austeridad de Irlanda– se apalabrará, se cerrará y será vinculante antes de que los portugueses tengan opción a acudir a las urnas el próximo 5 de junio”.

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